La brújula de Dios
Durante la Segunda Guerra Mundial, Waldemar Semenov servía a bordo del SS Alcoa Guide cuando un submarino alemán salió a la superficie y abrió fuego contra el barco, el cual se incendió y empezó a hundirse. Semenov y su tripulación bajaron a un bote salvavidas y usaron una brújula para navegar hacia las rutas marítimas. Después de tres días, un avión avistó el bote y el USS Broome rescató a los hombres al día siguiente. Gracias a aquella brújula, Semenov y 26 tripulantes más se salvaron.
El nombre perfecto
Un día caluroso de verano, mi esposa dio a luz a nuestro segundo hijo. Sin embargo, nos costó elegir un nombre. Durante tres días, fue sencillamente «Bebé Williams», hasta que, por fin, se llamó Micah.
Él llena el vacío
La psicóloga Madeline Levine notó la «esconde navaja» de una chica de quince años: una camiseta de manga larga hasta la mitad de la mano, usada comúnmente por los que se autolaceran. Cuando la joven se levantó la manga, Levine se sorprendió al descubrir que había grabado «vacía» en su antebrazo. Se entristeció, pero también dio gracias de que la chica estuviera dispuesta a recibir la ayuda que necesitaba con desesperación.
Alegría en lo insignificante
En 2010, James Ward creó el blog «Me gusta lo aburrido», y lanzó la llamada «conferencia aburrida»: un día de celebración de lo rutinario, lo común y lo pasado por alto. Los oradores ya han hablado de temas aparentemente insignificantes, como estornudos, sonidos de máquinas expendedoras y antiguas impresoras a tinta. Ward sabe que pueden ser temas aburridos, pero los oradores los vuelven interesantes, significativos e, incluso, alegres.
Una guía de vida para principiantes
Después de la muerte repentina de mi madre, me sentí motivado a comenzar un blog. Quería escribir cosas que inspiraran a la gente a usar sus minutos en la tierra para generar momentos de vida significativos. Entonces, busqué una guía para principiantes. Aprendí qué plataforma usar y cómo elegir títulos y elaborar publicaciones atrayentes. En 2016, nació mi blog.
Un gran acto de amor
En el Bosque Nacional Malheur, el «hongo de la miel» se extiende por las raíces de los árboles en unas 900 hectáreas, transformándolo en el organismo viviente más grande que se ha encontrado. Ha estado entretejiendo sus filamentos por todo el bosque durante más de dos milenios, matando árboles a medida que crece. Aunque el organismo es increíblemente grande, ¡empezó con apenas una espora microscópica!
Aguardar con esperanza
En la película Siempre a tu lado, un profesor universitario se hace amigo de un cachorro de raza akita llamado Hachiko, que estaba perdido. El perro expresaba su fidelidad esperando todos los días en la estación del tren que el profesor volviera. Un día, el profesor tuvo un infarto y murió. Hachiko esperó durante horas, y por diez años regresó cada día, esperando a su amado amo.
La guía de Dios
Cuando el banco accidentalmente depositó 120.000 dólares en su cuenta, una pareja salió a comprar de todo: una SUV, una casa rodante y dos camionetas 4x4, además de pagar todas las deudas. Al descubrir el error, el banco les dijo que devolvieran el dinero, pero ya lo habían gastado, y fueron acusados de hurto intencional. Cuando llegaron a la corte local, el esposo le dijo a un reportero: «Seguimos un mal consejo legal». Así aprendieron que seguir un mal consejo (y gastar lo que no era de ellos) podía llevarlos a un caos en sus vidas.
Dulce otra vez
Las costumbres nupciales en Rusia están llenas de belleza y significado. Una de ellas se lleva a cabo durante la fiesta de bodas, cuando el maestro de ceremonias propone un brindis en honor a la pareja. Todos beben un sorbo de su copa levantada y gritan: «¡Gor’ko! ¡Gor’ko!», que significa: «¡Amargo! ¡Amargo!». Entonces, los recién casados deben levantarse y besarse para que la bebida recupere su dulzura.
No nos soltará
Julio cruzaba en bicicleta el puente George Washington —una ruta transitada de doble calzada que une la ciudad de Nueva York con Nueva Jersey—, cuando enfrentó una situación de vida o muerte. Un hombre estaba parado en una plataforma sobre el río Hudson, listo para saltar. Como sabía que la policía no llegaría a tiempo, Julio saltó de la bicicleta y corrió con los brazos extendidos, diciendo: «No lo hagas. Te amamos». Entonces, como un pastor con un cayado, abrazó al hombre consternado, y con la ayuda de otro transeúnte, lo puso a salvo. Según los informes, Julio no soltó al hombre, aun después de que estaba a salvo.